Vivir en Chile...

Estamos de verdad condenados a seguir repitiendo esta historia de avaricias y torpezas? Si Piñera y la UDI gobiernan, el país será menos grato. Por quién habremos de votar? Por el ladrón liberal? Por el ladrón fascista y conservador..., jamás!

La economía no se detiene, es claro, y si no, qué es toda la algarabía diaria, infernal, de autos y micros y gente, mucha gente que trabaja y trabaja, entrampada en círculos viciosos que hacen tan difícil la vida social. Por memoria, por cansancio, por embrutecimiento no nos queremos unos a otros los chilenos, el cariño es una perla escasa en este terruño puñetero. En Chile domina el desamor. El amor es para las teleseries o la gente intoxicada con dopamina. No somos tan sangrientos, eso sí, salvo algunos criminales, con y sin uniforme. Tenemos una memoria enferma, que nos divide dolorosamente. Ni siquiera en cien años se podrá mitigar las secuelas de la dictadura militar, del quiebre de 1973, del posterior envilecimiento del mundo político, que se enriqueció y se apartó de la gente y olvidó su propio país. Por encima de los juicios de valor, como si importara en la vida la superioridad moral, el único bastión hasta del más pobre, por su honradez y su calidad humana, baratamente adquirida, dirían los dueños de mi país, por encima del odio y el chaqueteo institucionalizado, pudiéramos vivir sin socarronería, sin tanto cinismo, menos viscerales, en mezcla perfecta de racionalidad y emoción, sin tanto miedo y su nerviosismo agresivo. Sueño gente calmada con la que se pueda dialogar, a la que le puedas confiar tus hijos. No la patalogía psicológica incipiente del maltrato reiterado, ni la frialdad esquizofrénica, no la envidia ni la avaricia.

El rostro de Chile muestra una fea cicatriz, es el rostro del criminal y también el de la víctima. Es un solo rostro, de un alma en tensión resiliente. Y la farándula televisiva lo hace todo más patético, poniendo afeites a una cara horrenda. Este grupito de chilenos con tribuna y micrófono son la peor estirpe de ignorantes que se creen sabios, de corazón cruel, cínicos recalcitrantes, revuelven la olla de la idiotez, impiden que algo mejore en la vida social, son en verdad de lo peor, más peligrosos que políticos demagogos. En un país que hace su cultura en torno al televisor, no hay mucha esperanza, con el predominio de la farándula y de una programación pueril y patética, que imprime modelos de conducta humana, gustos musicales y valores de diversidad humana, sin verdadera correspondencia con la realidad social. Este paraíso natural es un país paternalista, patriarcal, misógino, homofóbico y esclerótico en lo antropológico. Habrá que hacerse del poder, dentro de esta democracia, cuya constitución ya merece una revisión a fondo, si no una recreación de acuerdo a los tiempos que corren y las necesidades de la población actual, para ir cambiando hacia una mejor vida, hacia un buen vivir.

 

La rebelión de las amazonas

Estamos en tiempos de reivindicaciones femeninas. Las mujeres ocupan poco a poco el espacio que les corresponde en la vida social, hay ya muchísimas mujeres con poder, económico, político y cultural.

La protesta y la rebelión femenina es todavía recalcitrante y por completo comprensible, son siglos de opresión y desprecio, se les ha tenido atadas a las labores domésticas, a la generación de bebés, a dar placer y servir, se ha insultado y ridiculizado con palabras de referencia expresa al sexo femenino.

¿Por qué pues opresión y desprecio? La opresión es abierta venganza y el desprecio no es más que despecho. Ellas tienen por naturaleza un poder sobre los varones del que ninguno se libra, excepto los que se sienten ellos mismos femeninos. Además, el sexo para la mujer consiste en recibir la potencia de los varones, hasta neutralizarla. La mayoría simplemente se esfuma en el océano de placer y se hunde en tórridos regazos.

Poco a poco irán desapareciendo los rastros del poder impuesto patriarcalmente, y tal vez la costumbre más difícil de cambiar será la de poner el apellido paterno primero, en el nombre completo de las personas. Teniendo en cuenta que sólo las madres saben en definitiva quien es el padre de sus hijos, debiera ir primero el apellido materno y luego como una verdadera mención de honor el apellido paterno. Se debe recordar que no todos los niños se parecen a sus padres y da lo mismo si se parecen a sus madres...

 


Espacios interiores. Notable configuración de puntos, en desarrollo fractal.

El conjunto de Mandelbrot configurando un universo compacto en la forma de un Budha. 

Orillas fractales de un mundo no platónico de formas geométricas