Melipeuco, vista noroeste

El primer mes de vida de mi revista ya pasó. Todos lo conceptos expresados en la primera página editorial tienen todavía vigencia, pero hay otras cosas que me ocupan y a las que me quiero referir a continuación.

Mi vuelta a Chile ha sido afortunada, pues se me ha ofrecido de inmediato trabajo y han surgido otras posibilidades, no sólo para hacer dinero, sino para realizar una actividad creativa. Formo parte de un proyecto que aspira a movilizar económicamente los recursos turísticos de la IX región.

En este punto y sin afán partidista no puedo dejar de mencionar una contradicción fundamental en la aplicación del plan de incentivo al desarrollo del turismo, por parte de las autoridades de gobierno pertinentes. Se apoya, por un lado, la creación de nuevas pequeñas empresas para el fomento del turismo, a través de proyectos de fomento (Profo), cuyos gastos corfo mantiene en un 70%, significando un desembolso estatal millonario. Por otro lado, no obstante, se boicotea la actividad de estas nuevas empresas, con el descuido desvergonzado y vergonzante de los caminos de acceso a los sitios de mayor atracción turística, por ejemplo, el Parque Nacional Conguillío en su acceso sur, por Cunco-Melipeuco. Esto último es lo más grave, pero también se agrega la inexistencia de nuevas líneas telefónicas en Cunco, la discriminación de la pequeña empresa en cuanto a los servicios de internet y  la de los servicios telefónicos (por ejemplo, la instalación de un simple buzón de voz). Sin duda que la vergüenza más grande la pasa uno frente a los turistas cuando se transita desde Cunco a Melipeuco y desde allí al Parque. No queda sino hacer chistes acerca del difícil camino al cielo o el paraíso. 

¿Quien se hará responsable de los neumáticos pinchados por las piedras filudas del horroroso camino ya mencionado? Ello para no hablar de la rabia impotente que produce el tránsito diario por estos caminos abandonados de la mano de vialidad.   

Se rumorea que está en marcha la construcción de un nuevo camino asfaltado, el rumor también comenta que de los 35 kms.que hay entre Cunco y Melipeuco sólo se pavimentarán 22. Si es así, ¿cuándo se terminaría el resto, si se tardó tanto en iniciar las supuestas obras? ¿Cuándo se informará a la comunidad acerca de los planes y el progreso de los trabajos?

No tiene sentido el turismo sin caminos de acceso adecuados. Mientras no se solucione este aspecto y no se siga obstaculizando la actividad de la pequeña empresa, el gobierno estará botando la plata en un saco roto.

Como si todo esto fuera poco Conaf autoriza la quema de hojas, pastos y basura, cuyo humo llenó hace unos días atrás todo el espacio contenido entre el valle de Melipeuco, la Sierra Nevada, en Parque Conguillío y todo el cielo a la redonda. El Volcán Llaima desapareció ese día sin nubes, ante los ojos atónitos de los turistas que trataron inútilmente de fotografiarlo. Ese día dasaparecieron también todos los funcionarios de conaf, nadie se hizo responsable. Se arruinó con esta práctica un maravilloso día de primavera a todos los turistas que visitaban Conguillío. 

Una buena amiga me propone la dicotomía: ¿desarrollo forestal o desarrollo turístico? Supongo que la respuesta a esta pregunta debe estar resuelta ya en la cabeza de nuestros dirigentes. La práctica muestra hasta ahora una clara contradicción: El gobierno autoboicotea sus planes de desarrollo.